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Llamada así porque... espera, no te lo voy a decir, se sabrá en el final, quizás. Es una historia algo extraña mezclada con sueños que a lo largo del tiempo van cogiendo su significado. La protagonista es Helen Miller una bibliotecaria a medias que quiere publicar un libro. El libro trata de sus sueños, que a lo largo de su vida, cobran sentido. Con la ayuda de Derek rea... anda lee la historia, hazme un favor ^^

domingo, 26 de febrero de 2012

Capítulo 15 - Una captura del pasado

Abrí la puerta del coche y hasta que no puse los pies en el suelo, no me di cuenta que estábamos en las afueras de Liverpool. La casa estaba envuelta de un jardín precioso con muchos tonos marrones, ya que estábamos en otoño tirando a invierno. Los arboles no tenían hojas y a pesar de ello, no había casi ni una hoja en el suelo. El viento, al no tener con qué divertirse, jugaba con mi cabello despeinándome.

-Pasemos dentro y tomemos algo.


Abrió el maletero y sacó el regalo de Elaine. No me lo dio y lo cargó él de nuevo hasta la entrada.


La casa era blanca, bonita para mi gusto, con ventanas rectangulares y forrada de un material que no sabría decir cuál es.


Le seguí por el caminito de piedra y entramos en casa.


El recibidor/sala de estar era muy acogedor. Me gustaba mucho la combinación de lo antiguo adaptado a lo moderno y a la vez elegante y encima, decorado con diferentes tonalidades del color marrón y parqué. Los cuadros parecían valer una fortuna e incluso los marcos de fotos que había sobre los muebles. En las fotografías podía distinguir a Derek con dos chicas muy parecidas a cada lado. En otra, salía Derek cogiendo a una niña pequeña de ojos oscuros, monísima por cierto. Parecía ser la hija de una de las chicas que se parecían tanto. Seguramente una de ellas sería Carolina y la niña su hija Elaine.


Después de analizar la sala, eché un vistazo rápido y vi que no había nadie. Elaine, su sobrina, no había llegado aun y eso significaba que iba a verme con Carolina, su hermana.


-¿Dónde está tu sobrina?


-¿Elaine? Bueno, les dije que llegaran un poquito más tarde, por si llegaban antes y no me encontraban. Además, no podemos dejar a Elaine sola.


-Entiendo… ¿tu hermana es la chica de la foto? Aunque no sabría decir cuál de las dos es…

Miró la foto a la que me refería y sonrió.


-Ven, siéntate. Pero antes, dame el abrigo.


Supuse que era una historia muy larga y que quería hablar tranquilamente de ello. Le entregué mi abrigo y fui a sentarme en el sofá.


-¿Quieres tomar algo?


-¿Tienes té?


En casa siempre tenía algo de té, pero dudaba que en su casa tuviera.


-Mmm… no, pero tengo café.


Lo imaginaba.


-¿Y Cappuccino?


-Sí, eso sí, ¿quieres uno?


-Sí, por favor.


-De acuerdo, en seguida vuelvo.


Atravesó el arco que llevaba al comedor y de allí, entró por una puerta de madera y cristal muy bonita.


Me quedé sola unos minutitos que pasaron volando cuando una fotografía que había encima de la chimenea captó mi atención. Salía Derek, abrazando a una niña de unos doce años. La niña tenía el cabello castaño claro y los ojos de color castaño fuerte, su piel era algo morena para ser del Reino Unido. La niña sonreía de oreja a oreja y Derek la apretaba con fuerza sonriendo también, una sonrisa que nunca había visto en su cara y que no parecía ser la típica que ponemos cuando nos hacen una foto, él sonreía de verdad.


Vi como volvía con una taza, un plato en la mano y sin el regalo de Elaine.


-Aquí tienes.


Lo dejó encima de la mesita de cristal que había en frente del sofá.


-Gracias. –Dije con una media sonrisa, sin fiarme demasiado después de lo ocurrido en el coche. – Oye… ¿quién es esa niña? ¿Es Elaine?


Miró la foto y sonrió tal y como lo hacía en la fotografía.


-Pues si que le has echado interés a las fotografías.


Se sentó a mi lado en el sofá.


-Se llama Mara, Elaine es más pequeña, Mara ya es una mujercita, tiene 14 años. No es mi hermana, pero como si lo fuera. La quiero mucho.


Cogí el Cappuccino, le di un sorbo y volví a dejarlo en la mesita. Me giré más hacia él para verle mejor la cara.


-Entonces, si no es tu hermana, ¿cómo la conociste? ¿Y por qué le tienes tanto cariño?


La curiosidad me inquietaba tanto que no pude reservar las preguntas personales.


-La conocí cuando tenía doce años, en esa foto tiene trece. Nos conocimos en una cafetería,  de hecho, fue ese bar de ayer. Cameron se equivocó y le trajo mi café en lugar de su granizado y yo me quedé sin nada. Así nos conocimos, por una confusión de camarero…


Me impresionó. Que facilidad tenía relacionándose con la gente. Yo, probablemente, no habría vuelto a ver a esa persona si me hubiera pasado eso.


-Y… ¿ahora me vas a decir por qué tu hermana está repetida dos veces en esa foto?


Esta vez no se giró para ver de qué foto hablaba y se rió un poco para si mismo.


-Son gemelas, son mis hermanas. La de la izquierda es Carolina y la de la derecha se llama Gea. Carol es la madre de Elaine.


Me quedé algo cortada, sin saber qué decir. Es verdad que no conocía de nada a Derek, pero en esos instantes estaba en su misma casa contándome su vida y… guau, ¿gemelas? Eso sí que era una sorpresa, no había visto gemelas desde secundaria.


-Vaya, se parecen mucho, aunque tienen cierto parecido a ti… y yo creía que eran dos “tías buenas” con las que te hiciste una foto. – Dije marcando “tías buenas” con los dedos.


-Sí, la belleza es cosa de familia, en un ratito la conocerás… debo decir que no le he hablado de ti aun, pero no pasa nada, le caerás bien.


-¿Seguro?


-Sí…


Fijó su mirada en mis ojos, creándome tensión, inquietándome con la mirada punzante. 


Parpadeó y miró mi cabello.
 
-Este cabello… ¿es tu color natural?


-Em, no. Soy pelirroja anaranjada, pero quise teñírmelo de un rojo fuerte.


-Gea te caerá bien, ella se tinta el cabello de rubio. Toca en un grupo, Violette, ¿lo conoces? Toca el bajo, hace los coros y compone.


Me pilló bebiendo el Capuccino y tan pronto oí “Violette”, dejé la taza en la mesa.


-¿Tu hermana es la bajista de Violette? He visto carteles por la ciudad, no lo sabía.


-Sí, ya hace tiempo que está en la banda, antes Carol también estaba en la banda, pero cuando tuvo a Elaine lo dejó.


Detrás de esas palabras, sus ojos me decían que había una larga historia y triste.


-¿Derek, estás bien?


-Solo son recuerdos del pasado que vienen en mente. Dejemos de hablar de mí y vayamos al grano, ¿quieres que te enseñe el estudio?


-Por supuesto.